Soy la amiga consejera, a la que siempre buscan cuando necesitan una palabra de aliento, y es para mí todo un privilegio y un placer escuchar a mis amigos cuando me lo piden. Pero lo divertido es que NUNCA o casi nunca puedo aplicar esos consejos para mí misma, aprendo de todo lo que me sale mal y así voy por la vida, aconsejando de mis errores.
Para mi suerte, cuento con muy buenas amigas que siempre están para darme las palabras que justo necesito escuchar, en el momento adecuado, salvándome la espalda.
El dar un buen consejo es todo un arte
No siempre aplicas la misma técnica para todas las situaciones, cada persona y problema pueden ser completamente diferentes y se necesita un muy buen ojo y criterio para poder aconsejar.
Y bajo esta misma idea quiero presentarles a una de mis consejeras personales, Ana Ruth, una chica dulce, tierna y muy sabia, a la que siempre es bueno correr cuando se necesita una palabra de aliente
[En varias ocasiones se nos da la oportunidad de aconsejar a alguien y realmente cuando alguien pide tu opinión, quiere saber lo que realmente piensas y le muestres algo que quizás no se ha detenido a pensar. Y bueno, ahí es donde debes meditar realmente porque siempre hay dos opciones: decir lo que crees que es lo mejor o decir lo que la otra persona quiere que le digas, aunque no sea lo mejor.
Evitamos muchas veces, tratar de razonar con esa persona, pero créeme si estuvieras en su lugar desearías que te dijesen qué es lo mejor para tu vida, que lo que deseas oír, así que ponte en su lugar y dile a la otra persona con tacto cuál es tu opinión al respecto, pero que siempre medite bien cualquier decisión que tomé para no lamentarse después.
Y es que realmente las decisiones no solamente afectan nuestro presente, sino que también afectan nuestro futuro, y es ahí cuando hay que darse cuenta que ninguna decisión se toma a la ligera, todo debe ser razonada y sometida a prueba.
Es bueno pedir consejo de nuestros mayores o de aquellos que han pasado por ello, ellos tienen mucha más experiencia que nosotros y nos pueden indicar que es lo mejor y qué hubieran hecho ellos si hubiesen tenido la experiencia que tienen ahora. Aunque es entendible, muchas veces creemos que las personas mayores no comprenden lo que estamos pasando, pero realmente sí lo conocen, ellos fueron jóvenes, han vivido por lo que tú no has vivido.
Y por último, medita bien a quien le vas a pedir consejo, no todas las personas te darán un buen consejo, así que sé prudente en saber a quién le pides un consejo. Recuerda estamos en ambos bandos a veces necesitamos del consejo de alguien y a veces otros necesitan de nosotros.
Así que, si vas a dar un consejo no lo hagas a la ligera. Ponte en el lugar de esa persona e indícale la mejor dirección].
Aconsejar no es algo tan sencillo como parece, a veces no entendemos la magnitud del impacto que nuestras palabras tendrán en la vida de las demás personas, puede que nuestro consejo, sea que les brinde una solución para bien, o terminemos de hundir al necesitado en su propia angustia.
¿Cómo dar un buen consejo?
♪No hay un patrón específico, no hay una receta ni una guía estricta, todo depende de lo que el corazón te guíe.
♪Ponte en el lugar de la persona que necesita el consejo, trata de entender su situación.
♪Habla siempre con la verdad. No siempre será lo mejor para escuchar, pero la verdad siempre será la solución.
♪Considera todas las alternativas posibles y busca un punto de equilibrio.
Aconsejar es todo un arte, seamos las artistas que pinten de esperanza este mundo lleno de problemas.
Xiomy Xx
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