De los 4 meses que llevo trabajando en un hospital he podido aprender una sola cosa: El ser humano es frágil y muy poco nos importa.
La falta de información, interés y no saber priorizar en la vida nos lleva a cometer errores muy estúpidos y en el área de la salud, son más estúpidos y lamentables. Descuidamos lo esencial y luego nos desahogamos echándole la culpa a otros cuando ya se nos viene encima el caos.
Si bien es cierto, nuestros sistemas de salud dejan mucho que desear y no me voy a poner a dar detalles de en qué fallan, pero mucho es nuestra culpa, nos vale pepino lo más esencial y buscamos actuar cuando ya poco se puede hacer o resultaría más costoso.
No voy a contar casos médicos por
aquí, eso lo hago en el blog de mi trabajo, que, a manera de confesión, me resulta muy genial y me explota la mente con tanto conocimiento. Sí es cierto que los primeros días se me revolvía el estómago al ver tanta sangre, pero no me culpen, no me tomó mucho acostumbrarme.
Ya, después de ese paréntesis, vuelvo al tema. Somos frágiles, hoy somos y en un momento ya no. Es ahí donde radica que seamos conscientes de nuestra propia salud y le demos la importancia que merece.
Quiero mencionar unos datos, que a mi observación ha sido curiosos, a lo mejor no sean totalmente verificados por un médico, porque es de lo que yo he visto y he escuchado, pero sí sirven para al menos despertar el interés y que empecemos a cambiar ciertos hábitos en nuestro día a día.
Muchos de los pacientes que llegan a hacerse tomografías cerebrales relacionadas con el deterioro cognitivo, han enviudado o viven solas.
En mujeres que no llevan una vida sexual activa y saludable, el cáncer de cérvix y mama se puede desarrollar de manera más agresiva.
Unas de las mayores causas de consultas pediátricas son por intoxicación.
Los estilos de vida sedentarios contribuyen a que el sistema inmune se debilite.
El consumo de alcohol está relacionado con todas las enfermedades degenerativas.
Y así, podría continuar hablando de tantas cosas, del cáncer, el covid, enfermedades de transmisión sexual y otras cuantas más, de las cuales podemos cuidarnos simplemente siendo responsables con lo que comemos y manteniéndonos en movimiento. Ah, y sin olvidar el afecto, que también previene muchas enfermedades.
Espero que nunca me toque escribir sobre mis amigos y familia, al menos no en el blog del hospital.
Pensando en estudiar medicina algún día.
Xiomy Mendoza.
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