De nuevo una no reseña sobre algo que me pareció interesante, que, aunque a mi parecer, tiene muchos huecos, me hizo pensar un poco. Erased.
La historia va de un chico llamado Satoru, quien lleva una aburrida y un tanto frustrante “vida normal” hasta que descubre que tiene el don de que cada vez que cerca de él está a punto de pasar una tragedia, es proyectado unos minutos hacia atrás en el tiempo para impedir que lo malo ocurra. Y es en uno de estos episodios de regresión, que aflora uno de sus recuerdos traumáticos de la infancia, cuando un secuestrador en serie toma como primera víctima a una compañera de clase llamada Kayo. Satoru vuelve a viajar al pasado, exactamente unos días antes de que la niña sea atacada.
Y bien, el anime trata de adivinar quién es el secuestrador y si Satoru logrará o no salvar a Kayo. No voy a decir qué sucede al final, me voy a enredar demasiado, mejor vayan a ver el anime o leer el manga.
En lo que me quiero detener, al menos por ahora es en la forma en la que la historia aborda el tema de la soledad y el aprecio a las personas. Si bien es cierto que, Satoru creció con la pena de saber que Kayo fue secuestrada y asesinada, no fue hasta que llegó a ser un adulto que tomó acción para cambiar las cosas.
En este universo, no fue demasiado tarde, pero eso es en ese universo.
No sé si lo más frustrante o irritante de todo es que nadie se diera cuenta que una niña corriera peligro, o que sí fuera obvio, pero no quisieran actuar. Al menos para Satoru siempre fue claro, pero hacía lo segundo, restarle importancia y esperar a que otros hicieran el trabajo. Gran lección les deja este niño a muchos adultos.
Ahora bien, así como Satoru entendió que no podía salvar a todas las personas del mundo, así me queda claro a mí, que yo no puedo arreglarse la vida a nadie, no es mi responsabilidad, no soy una heroína, no llevo una capa, no tengo poderes, solo soy una chica normal que vive una aburrida y un tanto frustrante “vida normal”.
¿Podré cambiar el curso de las personas?
¿Podré hacer que dejen de tomar decisiones incorrectas?
¿Podré hacer que la gente se interese en las cosas por las que debe interesarse?
¿Es mi culpa?
La respuesta a todo esto es NO. Pero puedo hacer lo mismo que Satoru con Kayo, no dejarle sola hasta que el destino se cumpla. Lo más seguro es que esto no me beneficie, no cambie nada, no me haga mejor ni peor persona, pero la vida de Kayo, valía la pena.
¿Se le puede llamar a eso un “deber como seres humanos” ?, puede que sí.
Ojalá y pudiéramos viajar en el tiempo y evitar que las injusticias sucedan, a lo mejor solucionamos las cosas, a lo mejor las empeoramos.
Hay un límite en cuanto a lo que podemos hacer. Pensar después del hecho "fue mi culpa"... es ser pretencioso.
El comienzo de la historia es casi siempre en el pasado... ¿Quién tiene la culpa: el mundo o tú mismo?
Quería llenar el agujero en el corazón de otros y el mío.
El futuro siempre será una hoja en blanco, solo mi voluntad puede... dejar huellas en él.
Publicando de madrugada,
Xiomy M.
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