Continuando con la idea de escribir sobre las películas del Studio Ghibli, hoy haré un comentario breve sobre “Pom Poko” o “La Guerra de los Mapaches”, película que me dejó asombrada por cómo de una forma tan creativa abordan una temática tan profunda.
Como siempre, no voy a narrar la cinta, por cuestión de los spoilers y lo malísima que soy para contar algo si dar detalles críticos, pero, es más porque recomiendo verla y que se deleiten por su propia cuenta.
Básicamente, la película trata de la lucha entre los mapaches tanuki y los humanos, que, para conocer un poco más sobre estos animales, los invito a leer el artículo que publicó mi amigo JuanJo al respecto.
Esta lucha es simple: Los humanos, en su afán por urbanizar, deforestan el bosque, que es hogar de los mapaches, quienes, entre los planes que arman para combatir, les declaran la guerra haciendo todo tipo de trucos para asustar, engañar y hasta matar a los responsables de la destrucción y uno que otro civil inocente.
La lucha se vale de la habilidad que tienen los mapaches para transformarse en todo tipo de objetos, incluyendo seres humanos.
Creo que ya narré suficiente.
De toda la película, hay un par de detalles que fueron los que más me impresionaron y son:
Te transformas y te adaptas, o te transformas y peleas.
Sea cual sea la decisión que se tome, transformarse es parte dé, y no estoy tan segura de qué tan bueno sea eso, ya que, como se ve en la película, al convertirse, muchos de los mapaches preferían quedarse en su forma de humano o cualquier otro objeto que les permitiera vivir cómodamente y sin preocuparse demasiado por la lucha; mientras otros que no tenían tanta suerte, si se lograban transformar, morían por cualquier desventura.
Como fuera, la guerra ya estaba perdida para el bando de los animales, quienes no solo se enfrentaban a la lucha entre especies, sino que también tenían conflictos con su propia gente, que a lo largo de la historia era difícil ponerse de un solo lado.
No dejo de sentir un poco de lástima por los mapaches, que era doloroso para ellos ver cómo su hogar se reducía y por más que hicieran, nada más lograban resultados momentáneos, porque la urbanización ya era un hecho.
Si extrapolamos esta situación, ¿Quiénes más estarán perdiendo una batalla contra nuestras acciones? Porque hay que aclarar que, lo que los humanos hacían (o hacemos) no es que sea malo o no del todo. No me pondré intensa y voy a decir que, “Uy, somos seres terribles, que no debemos tocar la naturaleza”, porque siendo realistas, necesitamos construir lugares adecuados y seguros para que nuestra especie habite. Lastimosamente, esto se trata de quién puede más en la lucha por la supervivencia.
Con que seamos responsables y no “destruyamos” sin una “justificación”, a lo mejor se pueda llegar a una tregua.
En modo pensativo.
Y gracias de nuevo Juanjo, por darme luz en cuanto a los Mapaches y los Mapaches Tanuki.
Xiomy M.
Pds. Aquí dejo el enlace al blog de Juanjo: http://mundoanimecritico.blogspot.com/2021/03/pompoko-comparemos-al-mapache-tanuki.html
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